domingo, 26 de agosto de 2007

ENCUENTRO INSÓLITO

IN. SALA DE CINE. MADRID. TARDE

AMALIA (30) con gafas cuadradas de pasta roja, melena rubia recogida con unas horquillas, cabeza triangular, labios pequeños, nariz respingona tiene un gran cubo de palomitas y mira absorta la pantalla mientras come de una manera ininterrumpida y a un ritmo continuo palomita a palomita.

(SE ESCUCHA LA MÚSICA DE LA PELÍCULA)

AMALIA está sentada sola, en la mitad de la sala en la que hay 8 PERSONAS desperdigadas por parejas. En la última fila hay una pareja que se está besando.

Al lado izquierdo de AMALIA se hace un poco de luz que no perturba su concentración. El que entra es SAMUEL (32) moreno, pelo rizado, bajito, gafas redondas, lleva vaqueros y zapatillas y un chubasquero empapado que se quita al entrar, debajo viste una camiseta roja, lleva un libro en su mano. Sus movimientos son lentos porque ha entrado en un momento en el que se hace un silencio en la película y no quiere hacer mucho ruido.

El ACOMODADOR al lado de la puerta le saluda con un golpe en la espalda y señala al patio de butacas donde está AMALIA.

ACOMODADOR (bajito a Samuel)
Hoy llegamos tarde, te lo quitaron…

SAMUEL sonríe tímidamente sin entenderle y sigue la mirada del ACOMODADOR intentando localizar su asiento mientras avanza por el pasillo con los ojos semicerrados. Lleva las zapatillas empapadas y eso hace que ande de una manera ridícula para evitar que se oiga el chapoteo. SAMUEL se para en seco al ver a AMALIA sentada en su butaca.

SAMUEL (Para sí)
¡Mierda!

Retuerce su chubasquero nervioso hasta que se da cuenta que está empapándose. Se sienta en la fila de atrás, 2 butacas por la izquierda de AMALIA y la observa. AMALIA sigue su ritmo de comer palomitas, SAMUEL se le acerca


SAMUEL (Carraspea bajito)
Perdona…


AMALIA no se inmuta

SAMUEL (Casi inaudible)
Oye… Disculpa…


Su voz es tan bajita que AMALIA sigue sin oírle. SAMUEL se recuesta nervioso, resopla, mueve una pierna sobre otra, la cambia de nuevo, mira distraído la pantalla, a un lado y a otro de la fila de butacas, se incorpora con la intención de decirle algo de nuevo.

La cara de AMALIA se ilumina, la imagen de la pantalla se refleja en el cristal de sus gafas, por la izquierda aparece la cabeza de SAMUEL mirando por encima de su hombro intentado decirle algo pero sin pronunciar palabra, amaga un toque en el hombro.

SAMUEL se levanta de la butaca y sale por la izquierda para sentarse en el extremo izquierdo de la fila donde está AMALIA. La observa quedándose hipnotizado por el movimiento ininterrumpido de ésta con sus palomitas. SAMUEL mira hacia la pantalla resignado, se arrellana en la butaca, cruza los brazos sobre su torso y juega con sus dedos.

CORTE A

SAMUEL está sentado al lado de AMALIA y la mira de reojo, de arriba abajo, ve sus gafas de pasta roja, su nariz, sus pequeños y finos labios, su mano blanca y pequeña que se mueve rítmicamente desde el cubo de palomitas a la boca. Lleva una blusa roja, unos pantalones vaqueros y bajo el enorme bote de palomitas un libro “El libro de los amores ridículos” de Milan Kundera. SAMUEL se fija en su propio libro, es el mismo, sonríe y mira hacia atrás comprobando que en el cine sólo hay parejas en este momento, todas besándose.

SAMUEL manteniendo la sonrisa, se relaja en la butaca y mira la pantalla. Los dos iluminados por la película, AMALIA mete una palomita en su boca, dos, tres, la cuarta, la mete en la boca de SAMUEL que la come sin dejar de mirar la pantalla. Le da otra con más suavidad, otra entra en su boca. En un momento SAMUEL tiene el dedo de AMALIA en su boca y lo chupa con delicadeza, AMALIA lo va retirando pero SAMUEL retiene la mano y le besa la palma con suavidad.


AMALIA y SAMUEL se miran, el avanza y se besan primero con timidez, con besos cortos, luego con pasión, AMALIA tira el cuenco de palomitas y agarra a SAMUEL por la camiseta para desaparecer los dos en el patio de butacas.

(SE OYEN BESOS Y GEMIDOS Y DE FONDO RUIDO DE LA PELÍCULA)

(CORTE A)

SAMUEL está sentado en la misma butaca en la sala del cine un poco más llena, lleva puesta otra ropa, un pantalón y camiseta negra y mira nervioso hacia atrás. En un momento sonríe con satisfacción, se coloca un poco tenso en la butaca. Reacciona solo cuando oye la voz de AMALIA tímida y también sonriente

AMALIA
Disculpe... quisiera ocupar mi asiento

El ACOMODADOR observa la escena desde la puerta, sonríe y sale de la sala moviendo alegre la cabeza.